En la última sesión con Àngels hemos hablado sobre la estructura del texto tratado como imagen. Es decir, cuando entramos a una pagina web o abrimos un libro o cuento, sólo con observar como están dispuestos los elementos en el espacio ya creamos en nuestra mente una imagen sobre aquello que vamos a encontrarnos en su contenido. Los elementos son tanto las imagines como el texto, y la disposición de este en la hoja en blanco (de papel o en la pantalla) nos transmiten diferentes sensaciones.
Existen diferentes tipos de tipografías, las encontramos con remate, palo seco, rotuladas, decorativas o en forma de símbolo, y es importante tener claro el criterio para elegir cada una de ellas en el momento adecuado. De cualquier manera si nuestra intención es proporcionar información al lector esta debe ser clara i legible. La utilidad de la tipografía escogida depende de el objetivo para el que la hemos elegido y si lo cumple o es deficiente para este. También es importante como esta se encuadra en la hoja o pantalla, hemos discutido sobre si debemos justificar a la derecha, a la izquierda o a ambos lados el redactado de un trabajo, por ejemplo, y hemos llegado a la conclusión que aunque a veces depende del gusto de la persona, la más recomendada es la que justifica los margenes a la izquierda. Los entendidos dicen que de esta manera el texto se presenta fluido y no provoca agotamiento visual.
Este tema también abarca la jerarquía con la los elementos se disponen, se supone que aquellos más importantes serán más grandes y situados más arriba, de esta manera más visibles. Pero volvemos otra vez a la subjetividad del asunto, ya que según el gusto o las preferencias del autor, este elegirá su propio estilo.
En conclusión, debemos tener cuidado en elegir y disponer bien todos aquellos elementos que componen nuestros trabajos, sean en el formato que sean, pero siempre siguiendo un criterio estético que elija las imagines con mejor calidad, cuide que las tipografías no se contrapongan, que los colores no dañen la vista y sean cómodos para el lector, porque al fin y al cabo todos ellos nos tienen que ayudar a hacer de nuestro trabajo una herramienta útil y eficaz.
Como me gusta mucho descubrir tipografías nuevas, os dejo un par de enlaces con propuestas tipografías muy divertidas. Eso si, ¡elegir bien el momento para usarlas!
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